Por Mónica Ábrego
La espontaneidad se define como el conjunto de acciones irrazonadas presente en el comportamiento humano. Así, esta resulta de la manifestación de los instintos como opuesta a la razón y por lo tanto es un concepto aplicable únicamente a los humanos, puesto que en comportamientos no humanos no existe el antagonismo entre razón y pasión“.
Tomé literalmente el concepto de ESPONTANEIDAD que encontré en Wikipedia.
Hace algún tiempo salí a almorzar con un pretendiente y quiso bailar, tomarme de la mano y abrazarme… ¡Horror!, casi con rostro de espanto lo aparté de mi y solo pude decirle: “esas cosas a mí no me gustan”.
Ahora que lo pienso, ¡qué ridícula! Ya no soy una jovencita tímida ni una carcunda (de ideas retrógradas), pero debo confesar que he perdido mi espontaneidad.
Sí, reconozco que soy una mujer muy divertida y extrovertida pero fui muy espontánea. Hoy ya no.
No sé cuando ni cómo, pero dejé de serlo. Quizá mi profesión y mis actividades públicas me encajonaron tanto que hasta me han obligado inconscientemente a privarme de esos momentos que podrían regalarme más de una sonrisa.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Lee la entrega anterior: “Heme aquí nuevamente“
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Se espera que actúe en consonancia con mi labor profesional y de todos es sabido que se debe predicar con el ejemplo, ¿o no?
Quizá llegó el momento de ser yo otra vez y con esto no quiero decir que he sido hipócrita, al contrario: Me refiero a que llegué a ese reencuentro conmigo misma, en el que quiero dejar fluir mis emociones y mis pasiones.
Algunas veces me lo he permitido, pero, únicamente en mis círculos, muy cerrados por cierto, en los cuales rompo las cadenas y me siento libre. No tienen idea de mis megaparrandas con mis amigas, las “indomables”.
Ahora me propongo hacerlo con más frecuencia y más públicamente.
En lo que concierne a ser espontánea, me estoy reeducando, pero por el momento, esas expresiones de cariño públicas no me gustan… ¡he dicho!
Y pensándolo mejor, no se trata de ser o no espontánea, sino de demostrar respeto a los demás, las caricias públicas muy apasionadas es mejor reservarlas para momentos más íntimos, momento de disfrute en pareja. Un beso “de piquito” no ofende a nadie, pero besos de lengüetazo extremo, ensalivando el rostro de tu pareja… eso sí ofende al ser humano más deshinbido!
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Recuerda escribirme todas tus consultas e historias a serendipiademonica@gmail.com
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Un ciber abrazo y hasta pronto mis espontáneos amigos.
Mó