Los Reyes Magos, muy esperados por los niños españoles, desfilaron ayer viernes en numerosas ciudades de España en la víspera de la Epifanía, mostrando en algunas cabalgatas la defensa de la comunidad LGBT en Madrid o de los independentistas en Cataluña.
Es durante la Epifanía, el 6 de enero, cuando los Reyes Magos llevan sus regalos a los niños españoles, y no Papá Noel el 25 de diciembre como en otros países.
Muchas ciudades españolas organizan “Cabalgatas de Reyes”, en las que los tres reyes basados en la tradición cristiana desfilan en caballos o camellos, o bien en carrozas, lanzando caramelos y pequeños regalos a los niños.
En la capital, miles de personas desafiaron a la lluvia para ver a Gaspar, Melchor y Baltasar desfilar subidos a una carroza iluminada con tonos dorados, como sus trajes.
Igualmente en Madrid, el desfile del barrio popular de Vallecas, criticado por los conservadores por la presencia de una drag-queen en una de las carrozas que acompañaba a los Reyes Magos, se celebró sin incidentes.
A la cola del desfile, la drag-queen “La Prohibida” apareció vestida con un pijama de peluche rosa, subida a una carroza “por la igualdad” decorada con la bandera del arcoiris.
En Cataluña, en la ciudad de Manresa, por encima de la multitud flotaban globos amarillos como muestra de apoyo a los dirigentes independentistas encarcelados por su participación en el camino hacia la secesión de la región.
En Barcelona, cada rey tenía su propio carruaje: Melchor estaba en un “jardín mágico” hecho con falsas hojas gigantes, Gaspar desfiló subido a una carroza de tonos rojos inspirada en los jardines japoneses, y Baltasar estuvo acompañado de una cantante guineana.
Esta tradición, celebrada en México con regalos para los niños, y en otros países de Latinoamérica con roscas de pan de reyes, pone fin a las fiestas navideñas de 2017, con las que se recordó el nacimiento de Jesús en Belén, y la llegada de los magos con sus regalos de oro, incienso y mirra.
___________________________________________
Fuente: AFP